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Odoo - Prueba 1 a tres columnas


"Es momento de reconocer"

diciembre 6, 2021


Llegamos a diciembre, un mes casi sinónimo de conclusión y evaluación, que después de dos años de pandemia, cobró un sentido mucho más especial. Los desafíos a los que nos enfrentamos nos llevan a mirar cada pequeño logro y apreciar cada paso de superación.


En este contexto, conversamos con Pedro Martínez Ribaya, director del Colegio Secundario Holy Cross que nos dió su mirada acerca de lo que significa (o debería significar) evaluar hoy en las instituciones educativas.



Nos acercamos a fin de año, ¿de qué manera pueden las instituciones evaluar lo vivido en este año? ¿qué deberían mirar? Concretamente, ¿cómo lo pueden hacer? ¿qué les sugerirías?


Creo que después de dos años tan intensos, complejos y demandantes es momento de reconocer que es un logro haber llegado hasta acá. La evaluación es una herramienta muy importante a la hora de poder tomar conocimiento de los resultados de todo lo trabajado para tener un punto de partida desde el cual pensar mejoras, pero en este caso, es momento de usarla para poder valorar los pequeños y grandes logros que tal vez en el 2019 pasaban desapercibidos como acontecimientos habituales.


Este es el momento de celebrar como comunidad que todo lo que hicimos nos permitió ir superando una situación adversa que no tenía precedentes y salimos fortalecidos. Ya vendrá el momento para realizar un análisis más exhaustivo y sistemático de los errores y aciertos, pero ahora, es tiempo de volver a encontrarnos y celebrar.



Y en las aulas, ¿cómo pueden hacer los docentes para evaluar su tarea?


En línea con lo anterior, creo que cada docente debe reconocer y valorar el inmenso logro que significa haber podido acompañar a los alumnos en circunstancias tan adversas. Muchos vivieron momentos muy delicados donde con el apoyo de sus profesores, pudieron atravesar el año escolar, sosteniendo su aprendizaje y cultivando un espacio de confianza. También muchos docentes tuvieron momentos difíciles y aún así no aflojaron en su tarea de educar, de formarse y mantenerse a disposición de sus estudiantes y familiares cuando se los requerían. Una vez más, creo que hoy toca destacar y celebrar estos hechos.

 


¿Y los alumnos? Sólo están pensando en las últimas pruebas y corren el riesgo de que le pongan una "nota" a su año en función de los puntajes obtenidos. ¿Crees que desde el rol del educador se les puede enseñar a mirar su progreso en términos cualitativos, más allá de los contenidos? ¿De qué manera?


Creo que la pandemia, en este sentido, nos empujó a todos a tomar más conciencia de lo que implica un verdadero proceso de evaluación y cuál es su fin último. Cuando se dejó de calificar numéricamente tuvimos que hacer un esfuerzo adicional para explicitar y transmitir cómo se le daba continuidad al proceso de evaluación sin la calificación numérica.


En este sentido, uno de los grandes aprendizajes es la importancia de poder educar en capacidades pero también, aprender a evaluar el desarrollo de las mismas para poder identificar concretamente si el alumno logra incorporarlas y de ese modo poder acompañar su proceso de aprendizaje.


Como educadores no sólo es posible, sino que es nuestra responsabilidad acompañar a los alumnos para que puedan dar cuenta de los aprendizajes adquiridos y del crecimiento que fueron realizando a lo largo del año. Cuando el alumno logra identificar esto de manera concreta en su propia trayectoria, entonces la satisfacción y el orgullo por haberlo logrado es superador de cualquier calificación.



¿Y qué pasa con las familias y la comunidad? ¿Crees que es posible salir de la estandarización a la que estamos acostumbrados para poder acompañar el desarrollo de los estudiantes de un modo más personalizado y cercano?


No creo que la estandarización sea una buena estrategia en términos educativos. El desafío y el arte de educar radica en, justamente, que se trabaja con personas. Por tanto, cada una trae al aula todo lo que le es propio y distinto de los demás. Mirar a cada alumno en su singularidad es un desafío para cada educador, de igual manera que mirar a cada hijo como único es el desafío de los padres. A partir de esta mirada personalizada, puede darse la alianza entre escuela y familia para trabajar juntos en pos del crecimiento de esa persona, de ese alumno y de ese hijo.



Estos tiempos nos invitan a reconocer y a valorar los esfuerzos realizados. A destacar la entrega diaria en cada una de las tareas emprendidas y a celebrarlas. Que esta época del año te encuentre recordando los desafíos y evaluando los momentos atravesados para luego poder partir de allí para llevar adelante un plan de mejora. Pero sobre todas las cosas, que este diciembre te encuentre satisfecho porque la tarea del educador también fue llegar hasta aquí, y llegaste: acompañando a colegas, derribando miedos y barreras, superando pérdidas y tristezas y apostando por una formación continua. ¡Que la despedida del 2021 renueve tu pasión por enseñar!