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Odoo - Prueba 1 a tres columnas

Un tiempo para conocernos mejor

julio 28, 2020

Por Paola Delbosco

La convivencia familiar durante el aislamiento. Nuevas rutinas y cambios de hábitos. Oportunidad para la introspección y el auto-conocimiento.

Esta larga cuarentena nos sorprende con lo puesto: cada uno reacciona como puede. Algunos solo prevén efectos negativos y desgracias. Hay quienes se adaptan, a veces renunciando demasiado rápido a la lucha; también hay quienes enseguida reconocen los aspectos positivos de la nueva situación.

Somos todos diferentes, nuestras historias personales son distintas, pero estas diferencias pueden transformarse, de eventuales obstáculos en la relación con los demás, en riquezas a través del auto-conocimiento, del desarrollo de nuestros talentos y la atenuación de nuestras debilidades.

Para esta tarea, nada más propicio que el tiempo ahorrado en los traslados al trabajo o en las veladas con amigos postergadas. Lo que sigue es un mapa sintético de lo que hay que mirar para conocernos y conocer a quienes son tan distintos de nosotros, que a veces creemos que ¡lo hacen a propósito! Esto puede facilitar la convivencia (o bien el reencuentro).

Desde el s. IV A.C., Hipócrates creía haber descubierto que los diferentes comportamientos de las personas dependían de la circulación predominante de algún líquido vital. Por eso, describió cuatro caracteres sobre la base del humor vital predominante: el colérico, dominado por la bilis; el sanguíneo, por la sangre; el flemático, en el que prima el sistema linfático, y el melancólico, dominado por la bilis negra. Ya no se usa esta diagramación, pero ha sido tan poderosa la idea que la palabra humor significa todavía hoy en día “estado de ánimo”.

Aceptamos esta intuición de Hipócrates por ser muy esclarecedora en cuanto a nuestras distintas reacciones espontaneas, pero disponemos hoy de elementos más flexibles y eficientes para ese auto-conocimiento. Los cuatro puntos cardinales, para llamarlos de algún modo, describen distintos aspectos de nuestro estar y actuar en el mundo.

1) Persona emotiva-no emotiva: define el efecto de la realidad sobre nosotros. En la emotiva la realidad impacta visiblemente; en cambio, la no emotiva mantiene una cierta impasibilidad. Hay ventajas y desventajas en cada una; por ejemplo, entendemos que un espía emotivo no tendría mucho éxito profesional.

2) Primaria-secundaria: define el tiempo de reacción frente a cualquier estímulo. La ventaja de las personas primarias es su pronta respuesta; en cambio las secundarias son en general más reflexivas, aunque con respuestas más elaboradas.

3) Activa-no activa: suele ser la menos intuitiva de las características, porque se refiere a una disposición a actuar no fácil de observar. Las personas activas están motivadas a actuar, lo hacen con gusto, pero, como todo las motiva, podrían no concluir lo comenzado. Las personas no activas solo salen al ruedo si encuentran una fuerte motivación, o varias combinadas, pero llevan a cabo lo comenzado.

4) Visión panorámica-foco: describe la amplitud del cuadro visual o la agudeza analítica. Los de visión panorámica ven varios aspectos a la vez; mientras los enfocados analizan uno solo a fondo, y se molestan cuando se los ‘distrae’ con otro tema antes de agotar el análisis.


Esta sintética descripción de los elementos de nuestras personalidades cumplirá su función si nos estimula a una observación más cabal y comprensiva, de nosotros y de los demás, pero seguramente frustrará a quienes crean disponer de un esquema para clasificar personas, que es siempre una forma sutil de dominio. Los cuatro puntos cardinales son para conocernos, aceptarnos y aceptar el modo distinto de ser de los demás; pueden también potenciar nuestros talentos y atenuar nuestros defectos. No vamos a cambiarnos, pero podemos ser mejores. Este tiempo puede ser la oportunidad de crecer por dentro.


Paola Delbosco es Profesora del IAE Business School, Universidad Austral

Publicada en https://www.clarin.com/opinion/tiempo-conocernos-mejor_0_CRXLgflvs.html