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Los retos de aprender con sentido
septiembre 13, 2021
Poner al alumno en el centro del proceso educativo es una exigencia del contexto que estamos atravesando. Por ello, pensar la educación durante y post pandemia implica una transformación de la visión de enseñar, que va mucho más allá de la transmisión de contenidos, y fundamentalmente se basa en que los estudiantes sean los protagonistas de la construcción del saber con un verdadero sentido.
Estos temas fueron abordados durante el webinar Aprendizaje activo y desarrollo de capacidades del Integralis Digital Tour, en el que participaron Marisol Mañá, Josefina Arrighi y Daiana Kaiser Mellado, con la moderación de Patricio Videla.
Algunas de las referencias más destacadas del encuentro fueron:
Hay que cambiar la visión del alumno y del rol del docente. No se puede seguir pensando en chicos y chicas con roles pasivos en quienes los docentes depositan cierto saber, sino en protagonistas de sus aprendizajes. Hay que considerarlos como estudiantes activos que salen en busca de la construcción de saberes con pensamiento crítico, que se preguntan y experimentan. Que pertenecen a una realidad que los interpela y desafía.
En este sentido, la percepción del rol del docente también debe transformarse. Ya no es sólo el educador quien todo lo sabe, porque la información se encuentra accesible a través de diversos canales. Por lo tanto, es más que nunca quien debe guiar y motivar el deseo del aprendizaje, estimulando la curiosidad y la pregunta, al mismo tiempo que estimula su propio entusiasmo. Como dijo Diana Kaiser Mellado “Si lo que queremos son alumnos que sepan pensar y cuestionar, tenemos que enfrentar el miedo de sentirnos incómodos y de no tener todas las respuestas”.
El aprendizaje es compartido. En una cultura individualista, desde la educación se busca trabajar la cooperación porque las experiencias compartidas son fuente de miradas diferentes que se suman para enriquecer los aprendizajes. Por eso, es necesario ejercitar la colaboración entre estudiantes, profesores, familias, etc.
Educar explícitamente las capacidades. Las capacidades no se educan en el vacío, sino que se necesita del contenido para poderlas enseñar transversalmente con aquello que toca hacer. Hay que dedicar el tiempo en el aula para explicar qué se trabaja cuando se educan las capacidades. Hacer explícito con los estudiantes y sus familias aquello que se está poniendo en práctica, de manera que el alumno pueda comprender cómo incorporarlas en su vida y las haga propias.
Algunas de las capacidades que Marisol Mañá y Josefina Arrighi enumeran y abordan en el curso Educar Capacidades, son:
- Capacidad de Comunicación, porque es la clave para convivir en sociedad, ponerse en el lugar del otro y desarrollarse;
- Capacidad de Cooperación, porque en una cultura individualista desde la educación se propone una construcción colaborativa que incluya a otros igual de valiosos que uno;
- Capacidad de Pensamiento crítico y creativo, para estimular permanentemente la duda y nuevas formas de ver el mundo que generen nuevas respuestas a viejos interrogantes;
- Capacidad de Autoconocimiento, que permita al estudiante conocer cómo aprende y a regular sus emociones.
Resumiendo, los intercambios durante el encuentro dejaron en claro que hay cambios que se evidenciaron con más fuerza durante la pandemia y que llegaron para quedarse. Por eso, darle la oportunidad a los estudiantes de que generen sus propias herramientas y mecanismos para aprender, significa como educadores correrse del lugar de protagonistas para prepararlos para navegar un mundo incierto, siendo los impulsores “invisibles” de su desarrollo integral.
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